Para el adecuado funcionamiento de la maquinaria política del sistema canovista, tomando como ejemplo el parlamentarismo inglés, deberían existir dos partidos, uno en el poder y otro en la oposición, que se turnarían de forma pacífica. Así, el Partido Conservador y el Partido Liberal se comprometían a alternarse en el ejecutivo, impidiendo así la necesidad de recurrir al Ejército o conspiraciones.
Pero el turno de partidos necesitaba de otro elemento, la manipulación electoral, para impedir que otros partidos llegaran al poder. Por esa razón el sistema parlamentario y las elecciones fueron pura ficción. Las elecciones se manipulaban a través del encasillado y el pucherazo:
- El encasillado de los candidatos era el acuerdo entre las fuerzas políticas que negociaban y se repartían los distritos electorales. A veces, se elegía a algún político que no pertenecía ni al Partido Conservador ni al Progresista.
- El pucherazo era un fraude electoral, al que se recurría en caso de que no funcionase el acuerdo entre los partidos. Se cometieron todo tipo de irregularidades: desde la compra de votos y la intimidación, hasta la colocación de las urnas en lugares inaccesibles o la utilización del nombre de electores fallecidos.
ohhh! Asombroso, increible. ¡Buen trabajo!
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